Integridad de las tuberías: Gestión eficaz de las barreras técnicas

En esta entrada de blog basada en nuestro seminario web, Cómo implementar y tener una gestión eficaz de barreras técnicas en sus tuberías, le guiaremos a través de la implementación y gestión eficaz de barreras técnicas de seguridad para sus tuberías. Cubriremos el flujo de trabajo de gestión de la integridad, la priorización de las actividades de inspección y mantenimiento, y la implementación práctica utilizando una potente solución de software como IMS PLSS (Pipeline and Subsea Systems).

El flujo de trabajo de gestión de la integridad de las tuberías es la columna vertebral de una gestión eficaz de las barreras técnicas. Implica una serie de pasos para identificar amenazas potenciales, evaluar su criticidad y aplicar las medidas necesarias para mitigar los riesgos. El flujo de trabajo identifica los peligros, evalúa los riesgos e implanta barreras de seguridad para evitar incidentes. Este enfoque sistemático garantiza que las amenazas potenciales se aborden antes de que se conviertan en problemas importantes, reduciendo la probabilidad de accidentes y protegiendo así la integridad de la tubería. El flujo de trabajo suele incluir las siguientes etapas:

a) Identificación de peligros: Identificar los peligros potenciales que podrían comprometer la integridad del sistema de tuberías es uno de los pasos clave para gestionar la integridad de las tuberías. Un operador de oleoductos debe identificar todos los peligros potenciales que podrían dañar el oleoducto a lo largo de su ciclo de vida. Estos peligros pueden ser internos o externos, como la corrosión, las interferencias de terceros, los problemas geotécnicos, etc.

b) Evaluación de riesgos: Evaluación de la probabilidad y las consecuencias de cada peligro identificado para determinar el nivel de riesgo que supone para el sistema de tuberías. La probabilidad define la posibilidad de que una tubería falle debido a un peligro específico, mientras que las consecuencias definen los daños potenciales causados por el fallo de una tubería.

c) Identificación de barreras: Una vez identificado el peligro y comprendido el riesgo asociado, el siguiente paso consiste en identificar las barreras que podrían reducir la probabilidad de fallo y/o las consecuencias del mismo. Las barreras pueden ser físicas (por ejemplo, revestimientos resistentes a la corrosión), operativas (por ejemplo, inspecciones periódicas) u organizativas (por ejemplo, programas de formación).

d) Supervisión de las barreras: Este paso consiste en identificar las actividades esenciales de inspección y mantenimiento para supervisar continuamente el funcionamiento de las barreras a fin de garantizar que siguen siendo eficaces para prevenir o mitigar posibles peligros.

Es crucial priorizar las actividades de inspección y mantenimiento para garantizar una gestión eficaz de las barreras técnicas. Dar prioridad a las actividades de inspección y mantenimiento refuerza aún más la gestión de las barreras técnicas. Las inspecciones, el mantenimiento y la supervisión periódicos permiten a los operadores detectar signos tempranos de degradación o puntos débiles en el sistema de tuberías y sus barreras asociadas. De este modo, se puede intervenir a tiempo y poner remedio para reforzar o sustituir las barreras, garantizando su eficacia a lo largo del tiempo.

Los siguientes pasos esbozan un enfoque sistemático para priorizar estas actividades:

Las inspecciones periódicas y el mantenimiento del sistema de tuberías ayudan a identificar posibles problemas y a evaluar el estado de las barreras. Este paso implica la recopilación de datos mediante inspecciones, pruebas y controles.

La definición de indicadores de rendimiento para las barreras ayuda a cuantificar su eficacia. Los indicadores de rendimiento pueden utilizarse para medir factores como el índice de corrosión, la frecuencia de fugas o las caídas de presión.

Clasificar las barreras en función de su estado actual es vital para la toma de decisiones. Las barreras pueden clasificarse como activas, pasivas o deterioradas en función de su estado y rendimiento.

La utilización de un cuadro de mandos centralizado permite visualizar el estado de las barreras y mejorar la toma de decisiones y la asignación de recursos.

IMS PLSS (Pipeline and Subsea Systems) es una solución de software de vanguardia que agiliza el proceso de gestión de barreras técnicas. El uso de soluciones de software avanzadas como IMS PLSS revoluciona el proceso de gestión de barreras técnicas. Este software ofrece herramientas sofisticadas para el análisis de datos, la evaluación de riesgos y el seguimiento de barreras. La integración del software con SAP facilita el intercambio de datos y mejora la capacidad de toma de decisiones. Como resultado, los operadores de oleoductos pueden tomar decisiones bien fundadas sobre la asignación de recursos, la optimización de los esfuerzos de mantenimiento y la priorización de las mejoras en las áreas más críticas.

 Ofrece varias funciones para mejorar la eficacia de la aplicación de la tuneladora:

La aplicación de una gestión eficaz de las barreras técnicas es fundamental para mantener la integridad y la seguridad de los oleoductos. Dar prioridad a la seguridad y la integridad mediante una sólida gestión de las barreras técnicas protege el medio ambiente y las comunidades y asegura el futuro de la industria de los oleoductos y gasoductos, y tiene implicaciones de largo alcance que van más allá de la protección inmediata de los oleoductos y gasoductos. Protege el medio ambiente reduciendo la probabilidad de fugas o vertidos que puedan causar daños ecológicos y contaminación.

Las comunidades que viven cerca de las infraestructuras de oleoductos se benefician de la reducción del riesgo de accidentes, lo que garantiza su seguridad y bienestar. Mediante la aplicación proactiva de estrategias técnicas de gestión de barreras, el sector de los oleoductos y gasoductos puede generar confianza entre las partes interesadas, los inversores y el público, lo que se traduce en una mayor aceptación y apoyo a los proyectos de oleoductos y gasoductos.

En conclusión, un enfoque proactivo de la gestión de barreras técnicas no es sólo una casilla que deben marcar los operadores de oleoductos y gasoductos; es una responsabilidad fundamental que garantiza el transporte seguro y fiable de recursos y protege el medio ambiente y las comunidades, salvaguarda frente a posibles incidentes y refuerza la sostenibilidad y resistencia del sector de los oleoductos y gasoductos frente a la evolución de los retos y las expectativas.