Gestión de barreras: Prevención de fallos en las tuberías

La gestión de barreras es una práctica que ha cobrado especial importancia en los sectores del petróleo y el gas por su papel en la identificación, evaluación y mitigación de los riesgos asociados a la explotación de oleoductos y gasoductos.

Un informe de GlobalData muestra que, a finales de 2021, había más de 4.785 oleoductos y gasoductos activos y suspendidos. Esto demuestra no solo un aumento de la demanda de petróleo y gas, sino también un repunte del interés por el análisis de riesgos y la fiabilidad de los sistemas en el sector del petróleo y el gas.

En este artículo exploramos qué son la gestión de barreras y las barreras de seguridad. Se analiza cómo pueden utilizarse para proteger las tuberías de posibles riesgos y amenazas para su integridad. 

Gestionar la corrosión de las tuberías es un reto difícil, ya que las tuberías marítimas y terrestres deben protegerse de los efectos corrosivos del medio ambiente y de los fluidos que circulan por ellas. Los distintos procesos de instalación, las variaciones de diámetro y grosor de las tuberías y el envejecimiento de los equipos y materiales pueden contribuir al riesgo de daños y fugas en las tuberías. 

Este tipo de fallos en las tuberías pueden tener consecuencias devastadoras, como daños medioambientales, trastornos sociales y pérdidas económicas. Para proteger a las personas, las operaciones y el medio ambiente de cualquier posible fuga, es preciso implantar sistemas de seguridad eficaces para evitar que las amenazas provoquen accidentes graves. Ese es precisamente el objetivo de la gestión de barreras. 

La Petroleum Safety Authority Norway (PSA) define la gestión de barreras como "Actividades coordinadas para establecer y mantener barreras de modo que cumplan sus funciones en todo momento". Para ser precisos, la gestión de barreras es un sistema de selección y diseño de barreras para proteger contra riesgos y de supervisión y mantenimiento de las mismas para garantizar la seguridad y fiabilidad de un activo a lo largo de su ciclo de vida. 

A la hora de diseñar las barreras, deben evaluarse minuciosamente los escenarios de fallo, peligro y accidente para identificar las situaciones en las que cada barrera tiene un papel que desempeñar. Cada amenaza debe tener al menos una barrera primaria que sea altamente eficaz y un sistema para controlar su salud y eficacia.  

Se pueden utilizar barreras secundarias para proporcionar mitigación si es necesario. Por ejemplo, para controlar la tasa de degradación hasta un nivel aceptable. Dado que cada planta, área de instalación u operación tendrá un perfil de riesgo único, la gestión de las barreras diferirá en consecuencia. Con una comprensión clara de las barreras y la supervisión de su estado en las operaciones diarias, se pueden evitar accidentes graves y salvar vidas. 

Las barreras de seguridad son medidas planificadas que proporcionan protección en caso de fallo, peligro o accidente y mitigan las consecuencias causadas por estos sucesos. Se establecen para evitar que la aparición de amenazas desemboque en un accidente grave. 

Una barrera puede ser un dispositivo, como un sensor, o una intervención humana, como una alarma con acción del operador. También puede ser una limitación de un factor contribuyente, como un aumento de la presión. La selección de barreras variará en función del tipo de fallo, peligro o accidente que haya que abordar. La finalidad de las barreras de seguridad es desempeñar una o varias funciones de seguridad. 

Para que las barreras de seguridad sean eficaces, deben ser capaces de llevar a cabo su función de barrera. Esto incluye seguir los pasos de una respuesta defensiva:  

Pero las barreras se degradan con el servicio. Por eso, toda barrera debe ser controlada y verificada periódicamente. De lo contrario, puede perder eficacia y, a menos que se tomen medidas correctoras adecuadas, el nivel de riesgo aumentará. 

Los indicadores rojo-amarillo-verde (RYG) son un sistema común utilizado en la gestión de barreras para evaluar su eficacia. El sistema utiliza tres colores -rojo, amarillo y verde- para indicar el estado de una barrera.  

Este sistema se utiliza para garantizar que los riesgos y amenazas se identifican y gestionan de manera oportuna y eficaz. 

Una barrera de seguridad está formada por elementos de barrera técnicos, operativos y/u organizativos necesarios para que la barrera individual sea eficaz, que juntos realizan la función de barrera. En algunos casos, la barrera sólo está formada por elementos técnicos. Expliquemos cada uno de los términos mencionados anteriormente. 

Los elementos de barrera técnicos se refieren a las herramientas y sistemas que crean una función de barrera, como los sensores de control del estado de las tuberías. Los elementos de barrera operativos implican los procesos y actividades que el personal debe llevar a cabo para formar una función de barrera, por ejemplo, la respuesta del personal ante una alarma. 

Por último, los elementos de barrera organizativos comprenden el personal con funciones y competencias específicas responsable de realizar la función de barrera, incluido el proceso de garantía de competencia. 

La gestión de barreras implica el uso de varios tipos de barreras: 

El modelo del queso suizo es una forma de entender cómo surgen los peligros para la seguridad y cómo prevenirlos. En este modelo, cada loncha de queso representa una barrera de seguridad o precaución relevante para un peligro concreto. Las barreras ausentes o fallidas en cada rebanada se representan como agujeros en el queso suizo. 

Por ejemplo, un oleoducto puede tener barreras físicas, como vallas y esclusas, así como barreras administrativas, como procedimientos operativos y reglamentos. Cuando los agujeros de estas rebanadas de queso se alinean, puede producirse un accidente.  

^{Fuente de la imagen: Wikipedia - https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.en}

Por lo tanto, es importante asegurarse de que cada barrera esté bien mantenida y sea eficaz, y de que se identifiquen y subsanen las posibles deficiencias. Aplicado al proceso de gestión de las barreras de las tuberías, el modelo del queso suizo ayuda a identificar los posibles puntos débiles del sistema y los controles o cambios adicionales que pueden realizarse para reducir el riesgo de fallo de las tuberías.  

La gestión de barreras en oleoductos y gasoductos es una parte importante de la gestión de riesgos. El modelo del queso suizo puede utilizarse para garantizar que todas las capas de seguridad están en su sitio y funcionan correctamente. 

IMS PLSS (Pipeline and Subsea Systems) es un software de gestión de la integridad de tuberías que le permite aprovechar al máximo los datos de sus tuberías. Proporciona una potente solución de gestión de barreras que le ayuda a analizar con rapidez y precisión esos datos para identificar posibles problemas.  

Basado en el modelo del queso suizo, IMS PLSS le permite seleccionar el escenario de fallo para cada pieza del equipo. Para proteger sus equipos contra estos riesgos, puede elegir barreras en función de la causa potencial del fallo. También puede definir un indicador utilizado para inferir la eficacia de la barrera.  

Para proporcionar una evaluación más completa del funcionamiento de las barreras, además del sistema básico RYG, IMS PLSS utiliza dos colores más para indicar el estado de la barrera: ámbar y azul.  

Consulte la tabla siguiente para descubrir el significado de cada color de estado de barrera en el PLSS IMS. 

Cuando conozca el estado de su barrera, podrá aplicar esos datos para tomar decisiones fundamentadas sobre el funcionamiento y el mantenimiento de la tubería, lo que contribuirá a garantizar un funcionamiento fiable, seguro y eficaz.  

Además, IMS PLSS le permite programar acciones de respuesta basadas en el análisis de datos, lo que le permite tomar medidas proactivas para abordar cualquier problema potencial antes de que se convierta en un problema.  

Con IMS PLSS, puede actualizar sus programas de inspección, pasando de basarse en el tiempo a basarse en el riesgo. Así perfeccionará su estrategia de mantenimiento de tuberías y logrará unos costes de inspección óptimos y una mayor seguridad. 

Cenosco es una empresa de software de gestión de la integridad de los activos con más de 20 años de liderazgo de productos en industrias con gran volumen de activos.

Su conjunto de soluciones IMS se diseñó para ayudar a los usuarios a tomar decisiones inteligentes en materia de inspección y mantenimiento con el fin de aumentar la seguridad y la disponibilidad de los activos y reducir los costes de gestión. Actualmente se utiliza para proteger varios cientos de activos en más de 50 países. El paquete IMS se creó en colaboración con Shell, líder mundial en el sector del petróleo y el gas .