Datos sobre corrosión: La clave para una gestión eficaz de la integridad de los activos 

Los datos sobre corrosión desempeñan un papel fundamental en la gestión de la corrosión y la integridad de los activos. Proporcionan información vital para garantizar la seguridad y longevidad de los activos. Esto es especialmente cierto en las industrias de procesos intensivos que utilizan materiales volátiles, como el petróleo y el gas o la industria petroquímica, donde la corrosión es una fuente habitual de daños.  

Una gestión eficaz de la corrosión requiere datos de buena calidad. Pero para convertir esos datos en información útil, primero hay que analizarlos e interpretarlos. El uso de herramientas de análisis y visualización de datos puede hacer que el proceso de estimación de la vida útil restante de los equipos sea más preciso y proporcione una mayor confianza en la toma de decisiones basada en datos, lo que se traduce en un posible ahorro de costes. 

En esta entrada de blog, exploramos el valor de los datos precisos de corrosión y discutimos cómo el análisis y la visualización de la corrosión se reflejan en la gestión de la inspección de la corrosión.  

Los datos de corrosión son información relacionada con el deterioro gradual de los metales por exposición química o electroquímica a elementos ambientales y fluidos de proceso. Estos datos pueden proporcionar información sobre el estado actual de cualquier activo y ayudar a predecir y prevenir la corrosión en el futuro.  

Los intervalos y resultados de una inspección basada en el riesgo (RBI) o de un estudio de corrosión también se consideran datos de corrosión. Los planes de inspección vencidos y los datos recopilados durante las inspecciones visuales también pueden utilizarse como datos de corrosión.  

Para garantizar la obtención de datos de corrosión relevantes a partir de la inspección y el control de la corrosión, debe saber qué esperar y qué mecanismos de degradación están presentes en el sistema. Puede utilizar esta información para crear buenos planes de inspección y recopilar datos de corrosión precisos y fiables que le ayudarán a detectar posibles daños y solucionarlos antes de que se conviertan en un problema mayor.  

Por ejemplo, si espera que el agrietamiento por corrosión bajo tensión sea el mecanismo de degradación en su sistema, pero sólo se centra en la pérdida de espesor de la pared, puede perder información valiosa que podría afectar a la integridad del activo.  

Durante la fase de diseño de un activo, se pueden considerar los posibles mecanismos de degradación basándose en un examen teórico. Esto puede incluir predicciones de los efectos de elementos como la temperatura, la humedad, la tensión mecánica y las interacciones químicas. 

Además, puede utilizar enfoques teóricos para estimar la vida útil de un activo y los efectos a largo plazo de la degradación. Pero sólo cuando el activo esté operativo podrá recopilar datos reales sobre la corrosión mediante inspecciones.  

Una vez que el activo está operativo, puede empezar a recopilar datos sobre corrosión de diversas fuentes, una de las más importantes de las cuales son los bucles de corrosión. Los bucles de corrosión agrupan equipos y tuberías con mecanismos de degradación similares en secciones manejables que pueden supervisarse y analizarse conjuntamente para determinar la probabilidad de fallo.  

Los bucles de corrosión pueden utilizarse para mejorar su estrategia de inspección y reunir toda la información pertinente en un solo documento. Normalmente, este documento tiene formato de diagrama de flujo del proceso e incluye los materiales de construcción, los medios, las condiciones de funcionamiento y los mecanismos de degradación previstos. Esto constituye la base de todos los marcos de gestión de la corrosión porque, una vez definidos los mecanismos de degradación, puede pensar en las barreras que desea implantar para evitar que estos mecanismos tengan lugar en sus procesos. 

El éxito de la gestión de la corrosión se consigue construyendo un historial de los resultados de la supervisión y correlacionando esos datos para identificar tendencias y patrones. Puede utilizar elementos visuales para representar los datos de forma significativa con el fin de determinar y supervisar el rendimiento y el estado de sus activos. Las herramientas de visualización de datos proporcionan una forma accesible de ver y comprender tendencias, patrones y valores atípicos en conjuntos de datos, lo que le ayuda a descubrir áreas que requieren mejoras o que requieren su atención. 

Veamos cómo debería ser el proceso ideal de gestión de datos de corrosión: 

El método de recopilación de datos depende del tipo de datos que necesite y puede realizarse mediante una lista de comprobación o incluso mediante un conjunto de mediciones. Aunque siempre puede imprimir listas de comprobación e importar posteriormente los datos de corrosión capturados en el software de inspección, sin duda supone un esfuerzo adicional y es propenso a errores humanos.  

Aquí es donde un software de inspección con una herramienta integrada que simplifique la configuración de listas de comprobación personalizadas podría serle valioso. Por ejemplo, Dynamic Forms dentro del software IMS es una herramienta que optimiza el flujo de trabajo de inspección mediante la estandarización de las listas de comprobación de inspección. 

Para agilizar el proceso de inspección, primero tiene que crear listas de comprobación digitales normalizadas para su centro específico. Considere la posibilidad de utilizar un software de inspección que permita el uso sin conexión. Con este software, puede registrar los resultados de la inspección en tiempo real directamente en su lista de comprobación digital en una tableta o dispositivo móvil mientras está sobre el terreno. Esto garantiza que los datos capturados estén fácilmente disponibles para su análisis, ya que se envían automáticamente a su sistema de gestión de datos de inspección.  

Existen dos formas principales de procesar y analizar los datos de corrosión:  

Los cuadros de mando de KPI son una forma estandarizada de analizar datos y comprender tendencias. Proporcionan un formato configurable que puede desencadenar acciones adicionales para evitar fallos. Al reunir todos los KPI en un cuadro de mando, dispondrá de una visualización que ofrece una visión clara de los datos. 

Un ejemplo de cómo puede gestionar y visualizar los datos de corrosión a través de los cuadros de mando de KPI son las ventanas operativas de integridad (IOW). Al supervisar las tasas de inyección de inhibidores de corrosión, puede detectar desviaciones de las especificaciones. A continuación, puede utilizar esta información para abordar los problemas antes de que afecten a la integridad de sus activos.  

Otro ejemplo es la gestión del cambio o la evaluación de riesgos operativos. Si tiene problemas con las bombas utilizadas para la inyección de un inhibidor de la corrosión o un biocida, puede evaluar el riesgo de la situación y determinar cómo manejarla. Al tener toda la información accesible en un solo lugar, puede tomar mejores decisiones y adoptar medidas proactivas para evitar fallos relacionados con la corrosión. 

La detección de anomalías se utiliza cuando hay un fallo o una anomalía en los datos. Es necesario analizar los datos desde distintos ángulos y correlacionarlos con fuentes externas. Este enfoque es útil para identificar riesgos potenciales y tomar medidas proactivas para prevenir fallos relacionados con la corrosión. 

Una vez que haya recopilado y analizado los datos, tendrá que calcular la vida residual (RL) del activo. El cálculo de la RL es bastante sencillo, ya que la RL se calcula utilizando el índice de corrosión. Sin embargo, para realizar este cálculo se necesitan índices de corrosión precisos, y ahí es donde entran en juego los buenos datos.  

Una vez calculada la vida útil restante de sus equipos, estos datos pueden ayudarle a decidir si debe aumentar o reducir la frecuencia de las inspecciones. Además, puede utilizarse para tomar decisiones fundamentadas sobre qué componentes inspeccionar y en qué medida. 

La gestión de la integridad de los activos es un proceso continuo de mejora, que se demuestra mejor como un bucle cíclico que sólo termina cuando se retira el equipo. En cada fase, cuantos más datos de corrosión de calidad se tengan, mejor será el flujo del proceso.  

El bucle comienza con elementos fundamentales -como datos de ingeniería, materiales de construcción, fecha de inicio, condiciones del proceso, material y datos de RBI- que se utilizan para desarrollar un plan de cuidado de los equipos que determina la frecuencia y el alcance de la inspección. 

En la fase de estrategia de cuidado de activos, trabajará en la optimización del plan mediante el análisis de datos de diferentes disciplinas para ese equipo y los equipos afectados y que afectan. 

En la siguiente fase, ejecutará el plan optimizado y recopilará datos de diversas fuentes, como OIA, medición del espesor de pared, inspección visual, ensayos no destructivos, etc. 

El ciclo continúa a través de una fase de aprendizaje y mejora, durante la cual realizará el análisis de los datos recopilados mediante KPI, análisis de anomalías y análisis de causas raíz para evaluar el estado del equipo y mejorar los elementos fundamentales. Y entonces el bucle vuelve a empezar.
 

Como hemos visto hasta ahora, es importante mantener buenos datos de corrosión a lo largo de todo el proceso de gestión de la integridad de los activos para garantizar la eficacia de las tendencias de corrosión y el análisis de datos para cualquier tipo de degradación relacionada con la edad. Pero los datos que no se procesan y analizan no son útiles, ya que no pueden ayudar a la toma de decisiones. El uso de la tecnología, como las listas de comprobación digitales, puede ayudar a introducir los datos en un formato estructurado, facilitando su gestión, visualización y análisis para los estudios de corrosión y degradación en general.  

Con IMS, es posible desarrollar un marco de gestión de la corrosión que proporcione una gestión integral de los datos de corrosión. IMS integra varios tipos de herramientas de análisis de integridad, incluido un módulo de inspección basado en riesgos y herramientas de análisis como S-IDAP, para la visualización y la gestión de la corrosión. Además, IMS proporciona una interfaz con CMMS y la gestión de activos empresariales, lo que facilita la integración de los datos de campo con los sistemas de mantenimiento existentes. Al mantener a todos los equipos al día de lo que ocurre con los equipos, puede confiar en IMS como una herramienta completa de gestión de la integridad de los activos.